"Todo film conlleva siempre otro film secreto,y para descubrirlo,basta desarrollar el don de la doble visión que...consiste en ver en una cinta no ya la secuencia narrativa que se da a ver efectivamente,sino el potencial simbólico y narrativo de las imágenesy de los sonidos aislados del contexto..."
Raúl Ruiz
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Hoy vi a Ruiz. Por providencia. El iba caminando con un libro, las manos atrás y parecía relajado. Yo iba al banco con el tiempo justo. Nada de relajao. Le dije a mi amiga:
- uhhh, cacha hay va Ruiz.
- ¿quien es Ruiz?
- El cineasta Chileno… el de “Palomita blanca”…
- Ahh… pidele un autógrafo po.
- Me da lata, se reiría en mi cara.
Y siguió caminando. No espero a que me atreviera a decirle algo.
Se me vino a la cabeza altiro el día que vi a Bertoni. En un bus desde viña. Esa vez fue
peor. Se sentó adelante mío. Incluso me miro cuando ocupo su asiento.
“Llamo y llamo/ y tu no estas/ se que no estas/pero sigo/ llamando/ por lo menos el teléfono suena/ ahí donde no estas/ pero donde sueles estar/ en el espacio que sueles ocupar/
en el aire que sueles llenar/ en las sillas que sueles tocar/ en los muebles que sueles tocar/ en la cama que sueles ocupar/ en el teléfono que sueles contestar/ y tomar en tu mano/ y acercar a tu boca. Llamo y toco ese lugar/ yo soy el alma/ el corazón/ y el ay!/ del grito que toca ese lugar”
(El Ciego. Bertoni).
Tampoco ese día me atreví a decirle algo a el. Estuve todo el viaje apunto y no me atreví.
Me dio lata. Incluso se bajo en un Metro y se vino en el mismo vagón que yo, y no le hable. Me dio lata.
Yo creo que si un día se me aparece la virgen Maria no le hablaría. Pa qué. Noo me da lata.
Raúl Ruiz
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Hoy vi a Ruiz. Por providencia. El iba caminando con un libro, las manos atrás y parecía relajado. Yo iba al banco con el tiempo justo. Nada de relajao. Le dije a mi amiga:
- uhhh, cacha hay va Ruiz.
- ¿quien es Ruiz?
- El cineasta Chileno… el de “Palomita blanca”…
- Ahh… pidele un autógrafo po.
- Me da lata, se reiría en mi cara.
Y siguió caminando. No espero a que me atreviera a decirle algo.
Se me vino a la cabeza altiro el día que vi a Bertoni. En un bus desde viña. Esa vez fue
peor. Se sentó adelante mío. Incluso me miro cuando ocupo su asiento.
“Llamo y llamo/ y tu no estas/ se que no estas/pero sigo/ llamando/ por lo menos el teléfono suena/ ahí donde no estas/ pero donde sueles estar/ en el espacio que sueles ocupar/
en el aire que sueles llenar/ en las sillas que sueles tocar/ en los muebles que sueles tocar/ en la cama que sueles ocupar/ en el teléfono que sueles contestar/ y tomar en tu mano/ y acercar a tu boca. Llamo y toco ese lugar/ yo soy el alma/ el corazón/ y el ay!/ del grito que toca ese lugar”
(El Ciego. Bertoni).
Tampoco ese día me atreví a decirle algo a el. Estuve todo el viaje apunto y no me atreví.
Me dio lata. Incluso se bajo en un Metro y se vino en el mismo vagón que yo, y no le hable. Me dio lata.
Yo creo que si un día se me aparece la virgen Maria no le hablaría. Pa qué. Noo me da lata.